lunes, 28 de julio de 2014

La Edad Media




INFORMACIÓN GENERAL.


La Edad Media es una etapa de la Historia europea que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 hasta la caída de Constantinopla (Imperio Romano de Oriente) a manos de los turcos en el año 1453 o bien hasta el Descubrimiento de América en 1492. El concepto fue creado por la gente del Renacimiento que advirtió la existencia de un periodo con características propias. El término tenía connotaciones despectivas, pues se considerada una época oscura comprendida entre dos épocas de esplendor cultural (entre la Edad Clásica y la Edad Moderna).

Sin embargo, la ruptura con los períodos anteriores no fue total, y bajo la pátina de oscuridad y división con que se etiquetó al período medieval subyacía un sustrato cultural común y con fuertes ligaduras con la época clásica. El derecho romano, el latín, la filosofía, etc. tuvieron un fuerte desarrollo, sobre todo refugiado en los monasterios donde se conservaba buena parte del acervo cultural clásico y que forma el germen de los avances científicos y de pensamiento en el Renacimiento.

El sistema económico y político más característico fue el feudalismo y la estructura piramidal de la sociedad; los vasallos, campesinos y siervos estaban en la base mientras que la nobleza y los estamentos eclesiásticos eran los más poderosos. 





La Edad Media es una época profundamente religiosa, había un teocentrismo dominante y los centros religiosos eran en general el único foco de la cultura, donde se conservó la historia pasada; era el único lugar donde se sabía leer y escribir. La lengua utilizada en la escritura era el latín.

Con la caída del imperio romano de Occidente, el latín que se hablaba en los distintos territorios que lo formaron evolucionó hasta constituir las lenguas romances. Llegó, así, un momento en el que el pueblo no podía entender el latín o el griego de los documentos escritos, solo accesibles a un pequeño número de personas cultas, generalmente frailes o nobles. 
    Las primeras manifestaciones literarias en las nuevas lenguas iban destinadas, por tanto, al pueblo, que no sabía leer, por lo que empezaron siendo orales y de las que nos han quedado muy pocos testimonios. 
    Solo más adelante, cuando ya se van consolidando las lenguas romances y van adquiriendo cierta estabilidad y el respeto de las personas cultas, los escritores empiezan a redactar sus obras en esas nuevas lenguas, ya tan alejadas del latín. 
    De manera que, en el largo periodo que llamamos Edad Media, desde los fines de la antigua civilización romana hasta los inicios del Renacimiento, hay muy pocas manifestaciones literarias en los países de nuestro entorno cultural. Al ser los clérigos los principales depositarios de la cultura en esta época, las obras literarias medievales están fuertemente impregnados por la temática  religiosa.

RESUMEN



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