miércoles, 10 de agosto de 2022

La Metamorfosis. Franz Kafka. Análisis

 

LA METAMORFOSIS – FRANZ KAFKA

Gregorio Samsa. Análisis del personaje.





El primer enunciado de la novela instala el absurdo y plantea de forma muy resumida la situación inicial del protagonista. En sí mismo podría considerarse un microcuento. “Al despertar Gregorio Samsa una mañana, después de un sueño agitado, se encontró en su cama transformado en monstruoso insecto”. Una vez ubicado el tiempo (luego de un sueño intranquilo, teniendo en cuenta que la noche es el escenario perfecto para lo extraño) y el lugar, su familiar y segura cama, la palabra “transformado” nos indica el quiebre con la realidad. El autor juega con el cambio físico propio de las distintas etapas de la vida, pero en este caso lo lleva al extremo: Gregorio se transformó en otra especie. Y además el adjetivo “monstruoso” que da cuenta de la anormalidad. Es un insecto de dimensiones humanas.

Una vez que el protagonista se percibe a sí mismo, el narrador nos va contando aspectos de su vida y personalidad asociados a su forma de reaccionar frente a la metamorfosis sufrida. Por su extrema preocupación por el trabajo, notamos que Gregorio es un hombre alienado, atado a una profesión que odia (viajante) de la cual solo destaca lo negativo y que a su vez debe realizar para pagar una deuda familiar. La rutina es tan excesiva que no ha faltado en cinco años, y ahora, aun convertido en un insecto, solo piensa en cómo llegar al próximo tren para que las consecuencias no sean tan graves. Es fácil percibir que vivía como un insecto y el cambio solo fue un paso más.



Con respecto a la habitación, en un principio se destaca que esta no ha cambiado, sigue siendo la misma. Al describir los objetos que la componen podemos ver que no hay nada propio en ella, todo es típico y funcional. El retrato en la pared que es lo único creado por Gregorio contiene una imagen de una mujer sacada de una revista, es decir, no es un afecto ni alguien que conozca. Aparece como un elemento rutinario de control el despertador y el uso de la hipérbole al destacar que hace temblar hasta los muebles. En el comienzo de la novela esta habitación aparece como el lugar seguro donde él puede resguardarse mientras piensa qué hacer, pero a medida que avanza, será el espacio de aislamiento que los separa de su familia, para más tarde convertirse en una cueva, un depósito, y en el final, su lecho de muerte.

Sobre la visión que tienen los demás integrantes de la familia (padre, madre y hermana Grete) podemos decir que estos sienten un gran rechazo por el insecto, pero nunca dudan de que ese sea su hijo. Lo recluyen en ese sitio porque no resisten verlo, y los pocos contactos serán conflictivos, hasta que en el final de su vida todos sienten alivio.



Su hermana es el personaje que más cambia (aunque es justo decir que todos ellos sufren una transformación a partir del cambio de Gregorio). Pasa de ser una niña bastante inútil a una muchacha que asume el rol de encargada de su hermano llevándole la comida y decidiendo sobre su espacio. Puede establecer con él cierta comunicación, aunque no está dispuesta a conectarse completamente, y va creciendo a medida que adquiere protagonismo. En el final de la novela llega al punto máximo esperable cuando los padres concuerdan en que está en edad de desposar.

Durante el tiempo que vive Gregorio, su deterioro se corresponde al natural en un insecto. Al principio cambia de hábitos (prefiere la comida en mal estado, la oscuridad y caminar por las paredes). El tiempo pasa y sumado a las heridas propiciadas por su padre en los momentos que sale de su habitación, su cuerpo y su ánimo van perdiendo fortaleza hasta llegar al punto de desear su muerte. Así y todo, es el más humano de la familia, podemos notarlo en sus reflexiones cuando se alegra de que todos estén bien y no lo necesiten y en la felicidad que le da escucharlos detrás de la puerta compartir sus nuevas rutinas.



Esta obra que parte de una situación absurda nos cuestiona sobre la condición humana, los vínculos, los obstáculos y la forma en que todo puede cambiar de un momento a otro cuando ya no somos funcionales al sistema. Su impacto en los lectores ha servido de inspiración a muchos escritores del siglo XX que ven en ella una nueva manera de contar la realidad.  El ser humano desorientado frente a un mundo que se convierte en enemigo (característico del expresionismo literario alemán) resultan claves para entender al individuo actual. Kafka planteó en setenta páginas un nuevo universo narrativo, tan absurdo como real.

Teatro Barroco. Calderón de la Barca. La vida es sueño. Monólogos

 


El teatro barroco.

 


El teatro era el género más popular de la época. Todos los estratos de la sociedad podían disfrutar este gran espectáculo que incluía actos previos e intermedios con música, canciones y farsas. Las obras se escribían para ser representadas y recién se imprimían cuando ya se habían “gastado sobre el escenario”.

El público, en general, disfrutaba del teatro en los corrales: teatros armados entre edificios vecinos. En el fondo se situaba el escenario con puertas laterales y posteriores, y una o dos galerías para representar escenas en distintas alturas. No había telón y la escenografía era muy básica y esquemática, de modo que los espacios se creaban por medio de la palabra. Al frente y a los dos costados del escenario estaban las localidades; las de pie en el patio eran las más baratas; las de las gradas y la galería variaban de precio y eran para el público más pudientes. Las funciones se hacían de día porque no contaban con luz artificial para iluminar todo el corral. Dado el carácter masivo del público el escritor se veía obligado a escribir para dejar contentos a todos los estratos sociales. Tenía que mantener a todos atentos y a gusto, ya que el público aburrido o disgustado podía arruinar la presentación.

También se representaba en los palacios reales o de nobles importantes. Aquí el público estaba formado por reyes, nobles y cortesanos. La representación solía ser más lujosa.

Para las fiestas religiosas se organizaban sobre carros en las plazas o en otros espacios públicos, obras de carácter teológico en un acto llamados autos sacramentales.

PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA (1600-1681).

Nació en Madrid el 17 de enero de 1600. Se educó en el Colegio Imperial de los Jesuitas en Madrid, luego se matriculó en la Universidad de Alcalá y estudió Derecho en Salamanca. Fue soldado y sacerdote en la vejez, lo que era bastante habitual en la España de su tiempo. Murió el 25 de mayo en Madrid.

Como escritor, fue un gran representante de la última parte del Barroco en el cual el sentimiento dramático de la vida y la visión compleja del mundo se profundizaron, por lo cual imprimió en sus obras un tono trágico. Además de adoptar todas las actualizaciones del teatro de la época, buscó la perfección estructural. El discurso de Calderón tomó forma de un razonamiento filosófico. Escribió sobre todo comedias y autos sacramentales.

LA VIDA ES SUEÑO. Comedia filosófica.

Esta obra, publicada por primera vez en 1636, reelabora una serie de relatos de tradición oriental y occidental que tratan los temas del poder de los horóscopos y la relación entre la vida y el sueño. El rey basilio ha mantenido a su único hijo, Segismundo, encerrado en una torre desde su nacimiento porque el vaticinio de los astros anunciaba que sería un tirano que destronaría a su propio padre. El joven príncipe no conoce su identidad ni comprende su falta de libertad. Su padre lo pondrá a prueba y, a lo largo de la obra, Segismundo deberá transformarse heroicamente para vencer a los hados y para mostrarle a su padre el error cometido.

El libre albedrío, otro de los temas de la obra, es la capacidad del hombre de decidir los caminos de su vida. Quienes confiaban en este poder sostenían que el hombre podía torcer cualquier mala inclinación y sobreponerse a las adversidades por medio de sus buenas elecciones.

ESTRUCTURA DE LA OBRA: Está formada por tres actos o jornadas.

·         Jornada Primera: tiene ocho escenas, funciona como contextualizadora: se presenta a los personajes y la ubicación espacio-temporal de la historia.

·         Jornada Segunda: tiene diecinueve escenas. En esta parte aparece el conflicto.

·         Jornada tercera: tiene catorce escenas. Aquí se presenta el desenlace o resolución.

 

JORNADA PRIMERA. Escena sexta. Basilio explica los motivos que lo llevaron a encerrar a su hijo en una torre desde su nacimiento basándose en las señales de los astros.

 

MONÓLOGO DE BASILIO. Fragmento.

(…)

En Clorilene, mi esposa,

tuve un infelice hijo,

en cuyo parto los cielos

se agotaron de prodigios.

Antes que a la luz hermosa

le diese el sepulcro vivo

de un vientre -porque el nacer

y el morir son parecidos-,

su madre infinitas veces,

entre ideas y delirios

del sueño vio que rompía

sus entrañas, atrevido,

un monstruo en forma de hombre,

y entre su sangre teñido,

le daba muerte naciendo

víbora humana del siglo.

(…)

En este mísero, en este

mortal planeta o signo,

nació Segismundo, dando

de su condición indicios,

pues dio la muerte a su madre,

con cuya fiereza dijo:

“Hombre soy pues que ya empiezo

A pagar mal beneficios.”

Yo, acudiendo a mis estudios,

en ellos y en todo miro

que Segismundo sería

el hombre más atrevido,

el príncipe más cruel

y el monarca más impío,

por quien su reino vendría

a ser parcial y diviso

escuela de las traiciones

y academia de los vicios;

y él, de su furor llevado,

entre asombros y delitos,

había de poner en mí

las plantas, y yo, rendido,

a sus pies me había de ver

-¡con qué congoja lo digo!-

siendo alfombra de sus plantas

las canas del rostro mío.

¿Quién no da crédito al daño,

y más al daño que ha visto

en su estudio, donde hace

el amor propio su oficio?

Pues dando crédito yo

a los hados, que adivinos

me pronosticaban daños

en fatales vaticinios,

determiné de encerrar

la fiera que había nacido,

por ver si el sabio tenía

en las estrellas dominio.

Publicóse que el infante

nació muerto, y pevenido

hice labrar una torre

entre las peñas y riscos

de estos montes, donde apenas

la luz ha hallado camino,

por defenderle la entrada

sus rústicos obeliscos.

 

JORNADA SEGUNDA. Escena decimonovena. Segismundo después de haber sido engañado con el argumento de que nunca salió de la torre y lo que vivió en el castillo fue solo un sueño.

 

MONÓLOGO DE SEGISMUNDO:

 

Es verdad, pues reprimamos

esta fiera condición,

esta furia, esta ambición,

por si alguna vez soñamos;

y sí haremos, pues estamos

en mundo tan singular,

que el vivir solo es soñar;

y la experiencia me enseña

que el hombre que vive sueña

lo que es hasta dispertar.

Sueña el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando,

disponiendo y gobernando;

y este aplauso que recibe

prestado, en el viento escribe;

y en cenizas le convierte

la muerte (¡desdicha fuerte!):

¿qué hay quien intente reinar

viendo que ha de dispertar

en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

 

 

martes, 25 de enero de 2022

ANTOLOGÍA CUENTOS DE TERROR

 CUENTOS

AUDIOLIBRO

Los relatos de esta antología constituyen una suerte de "historia alternativa" de la literatura en lengua inglesa del período 1830-1930. Durante esos años, en que predominaron diversas formas y variedades del realismo, el género de terror proporcionó a muchos escritores tanto a los que se dedicaron casi exclusivamente a él como a los que lo practicaron sólo esporádicamente la manera de explorar problemas que no podían ser abordados de modo directo sin causar escándalo: las relaciones entre sexos, las relaciones entre razas y las relaciones entre clases sociales.

ADQUIRIR CUENTOS AQUÍ.



jueves, 15 de octubre de 2015

Nueva Narrativa Latinoamericana



En los años sesenta, varios factores sociales y políticos contribuyeron a modificar las expectativas respecto de la literatura hispanoamericana. Uno fue el impulso ocasionado por las medidas desarrollistas, que buscaban modernizar a América Latina con miras a una mayor integración al mercado mundial. Otro fue la Revolución Cubana (1959) que hizo que el sueño socialista se vislumbrara como un destino posible para los países del subcontinente. El estímulo del consumo, la industrialización, el aumento demográfico y el progreso de la educación ayudaron a acrecentar el número de lectores. La Revolución Cubana movilizó inquietudes en un público mayoritariamente universitario y politizado, que encontró en la nueva literatura un renovador tratamiento de los temas que lo preocupaban. El consumo de masas provocó que los sellos editoriales se volvieran un negocio rentable.



La nueva narrativa tuvo una gran aceptación en Estados Unidos y Europa lo cual reforzó en el público hispanoamericano el orgulloso nacionalismo que era común entonces. Los narradores empezaron a aparecer con frecuencia en los medios de comunicación, hablando no sólo de literatura sino de otros temas de interés general, reflexionaban sobre lo contemporáneo convirtiéndose en intérpretes entre su público y los problemas de la época.


Las sociedades latinoamericanas buscaban definirse a sí mismas, y por ende, revisaban el pasado. La literatura pareció hacerse cargo de esa búsqueda: desarrolló insistentemente una idea de la ficción como medio para recrear una conciencia histórica, y funcionó como proveedora de identidad.


La consolidación de editoriales independientes armó un circuito de intercambio interno en el continente ayudando a que se difundiera la actividad literaria en su vertiente más contestataria y experimental. También los críticos literarios avalaron ese rumbo: fomentaron la creencia de una unidad entre los países latinoamericanos y reorganizaron la tradición desde esa perspectiva.


Boom Literario.


La irrupción del fenómeno que se conoce como BOOM LITERARIO, se debe a todos estos cambios mencionados. En el Boom convergieron la aparición de una serie de novelas novedosas (Cien Años de Soledad, Rayuela, La ciudad y los perros, La muerte de Artemio Cruz, entre otras) y un grupo de lectores y críticos receptivos a lo nuevo. De todos modos la idea de boom indicaba, en términos de márketing, una brusca alza en las ventas, es decir, un suceso comercial con estos libros, más que el hecho literario en sí. Puede decirse que fue el modo en que, entre los años 1964 y 1972 aproximadamente, se reflejaron en el mercado las transformaciones que venían produciéndose.


Las novelas de estos autores fueron aplaudidas en Hispanoamérica y luego traducidas y aclamadas en todo el mundo, debido tanto a su calidad, como a la eficacia de los medios publicitarios.


Características de la Nueva Novela


Esta literatura presenta algunas características: la desintegración de las formas tradicionales de la novela, debido a que con esta nueva novela se tratan nuevas técnicas y el lector se convierte en un "lector cómplice" y dejará de ser aquel lector pasivo de antes; La simultaneidad del lenguaje, aquí el autor utilizará un lenguaje variado de podría hacer denotar las distintas clases sociales, diversidad de lugares y regiones que a la vez que son diferentes su lenguaje también, ya no se utilizará en exceso aquel lenguaje directo, literario. El argumento de la novela es borrado por el lenguaje de personajes y narradores, que serán ahora "hablantes" simultáneos.


Por último, La novela como ficción total; en esta parte ocurre una ruptura con la realidad circunstancial, los nuevos escritores emprenden la ruta hacia la imaginación creadora y el realismo mágico con la invención de lugares, nombres y personajes. Un gran ejemplo sería "Cien Años de Soledad", sin embargo a partir de Mario Vargas LLosa, Gabriel García Márquez entre otros la novela se convierte en un territorio imaginativo que totaliza la realidad en todos los planos.


Aparecen nuevas formas de ver nuestra realidad:


REALISMO MÁGICO: Se plantea una realidad donde se mezclan elementos mitológicos, creencias, supersticiones, tradiciones, que se toman como verdaderos y válidos dentro del marco real que presentan.


REALISMO MARAVILLOSO: Se trata de obras donde lo extraño y maravilloso no aparece explicado ni diferenciado de la realidad, sino que forma parte de esta de manera integrada.


REALISMO FANTÁSTICO: Se trata de historias que se desarrollan dentro de una realidad aparentemente normal pero en la cual irrumpe algún elemento fantástico que no es cuestionado dentro del relato pero sí genera sorpresa en el lector.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Novela: Boquitas pintadas. 4to Año.

BOQUITAS PINTADAS. Manuel Puig. 
(Información) 



El autor: Manuel Puig nació en General Villegas, provincia de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1932 y falleció en México en 1990. Desde chico mostró un particular interés por el cine, especialmente el norteamericano, pero a partir de que comenzó a estudiar en Morón (ya que en su pueblo natal no había escuela secundaria) sus intereses se centraron en la lectura. A los 23 años luego de haber pasado por la facultad de arquitectura, Filosofía y Letras, y finalmente el Instituto Dante Alighieri, ganó una beca para viajar a Italia y estudiar cinematografía. En este viaje luego de observar varios directores consideró que no era el lugar que él iba a ocupar. Luego de viajar a Londres y Estocolmo, comenzó a escribir libretos que fueron transformándose en novelas.

A partir de la publicación de su primera novela La traición de Rita Hayworth Puig no se detuvo y escribió grandes éxitos como Boquitas pintadas (1969) The Buenos Aires affair (1973), El beso de la mujer araña (1976), Pubis angelical (1979) y Cae la noche tropical (1988).

Estilo del autor: Es muy interesante la forma en la que está redactada esta novela. La característica principal es el uso de cartas para organizar la narración. Mediante estas cartas, además de saber lo que dice el propio emisor de la carta, se puede conocer mucho del receptor y de todo el entorno. Por otro lado es una forma de conocer más profundamente las ideas y pensamientos del personaje, y aunque no aparezcan respuestas a esa carta, a lo largo de la trama se puede saber perfectamente lo que el receptor contestó. La forma de escribir y de explicar situaciones que tienen los protagonistas nos ayuda a armar su personalidad. Además el vocabulario utilizado es popular, y en algunas cartas hasta aparecen errores ortográficos. Es una forma de representar exactamente cómo son los personajes. 

Otra forma de dar a conocer información que tiene el escritor, es mediante publicaciones en diarios o documentos públicos. Aparecen fechas precisas y aunque haya pocos diálogos y relatos convencionales, también forman parte de la narración. Este conjunto de cartas, recortes de diarios u actas nos cuentan la historia de una manera original y se puede decir que menos monótona. Pertenecen al estilo tan personal de este escritor. 

En cuanto a tiempos, la historia está contada de manera totalmente desordenada, ya que se vuelve al pasado y se va al presente de cada uno de los personajes constantemente. Comienza con la muerte de Juan Carlos y luego se pasa a contar su relación amorosa con Nené, para más tarde volver a la actualidad de esta última. Esto sin dudas hace también más entretenida la lectura.

Aparecen todo tipo de narradores. En primera persona, en tercera persona (los que no participan en los hechos) y muchas veces ausente, ya que se introduce en los pensamientos e ideas de los personajes y se cuentan tal cual están sucendiendo pero sin utilizar la primera persona.

Estructura: La novela tiene dos subtítulos: Boquitas pintadas de rojo carmesí y Boquitas azules, violáceas, negras. Estos además están divididos en entregas. Cada uno contiene ocho entregas, haciendo un total de dieciséis. Estos datos además de los temas que aparecen, como relaciones amorosas atravesadas por muerte y conflicto, nos ayudan a ubicar a esta historia en el género de folletín. Con cada entrega se presenta una carta, acta o publicación diferente para seguir armando la historia de manera desordenada en cuanto a lo temporal.

En cuanto a la división en esos dos subtítulos, la primera sensación es que existe una parte en la que el color es vivo (rojo carmesí) por lo que se relaciona con felicidad, y la transición al azul, violeta y negro nos dan la sensación de nostalgia. Aunque no todo es alegría en la primera parte, ya que es donde más se presenta el amor entre Juan Carlos y Nené mediante las cartas que se enviaban. Todavía los personajes están cómodos con sus vidas y no pasan por situaciones conflictivas. Sin embargo, al pasar a la segunda parte, aparece la indiferencia, la muerte, el olvido, y la sensación de no estar a gusto con la vida que se lleva.

Por último, al comenzar cada entrega, se pueden ver epígrafes que son letras de tango pertenecientes a Alfedo Le Pera, Homero Manzi, Agustín Lara o Luis Rubistein.

Los personajes: Los personajes de la novela pertenecen a Coronel Vallejos, un pueblo de la provincia de Buenos Aires y existe una conexión entre todos ellos, algunas veces muy conflictivas y otras son relaciones de afecto. El relato se desarrolla principalmente alrededor de la historia amorosa entre Juan Carlos y Nené. El primero es un mujeriego que cuenta con una buena posición económica. Aunque siente afecto por Nené, seduce a otras mujeres para siempre obtener lo que quiere. El relato comienza con su muerte, ya que padecía de tuberculosis y pasó un tiempo prolongado en una clínica de rehabilitación. Desde allí enviaba cartas a varias mujeres pero también a Nené que luego las guardaría toda la vida. Esta joven de una familia no muy adinerada de Coronel Vallejos, está enamorada de él y nunca deja de estarlo. Tiene una mala relación con Celina, la hermana de Juan Carlos ya que ella la acusa a Nené de haber provocado la enfermedad de Juan Carlos y siente cierto desprecio por ella.

Otro personaje es Raba, quien es sirvienta de familias adineradas. Ella tuvo un amorío con Pancho, uno de los amigos de Juan Carlos, del cual resultó un hijo. Luego el se muestra indiferente hacia ella. Por último está Mabel, quien también tuvo relación con Juan Carlos. No tiene mucho dinero pero demuestra buenos modales. 

En el presente de la novela, Nené vive en Buenos Aires, está casada y tiene hijos pero no se siente feliz con su vida.

martes, 15 de septiembre de 2015

Ray Bradbury, Marionetas S.A


 Caminaban lentamente por la calle, a eso de las diez de la noche, hablando con tranquilidad. No tenían más de treinta y cinco años. Estaban muy serios.
-Pero ¿por qué tan temprano? -dijo Smith.
-Porque sí -dijo Braling.
-Tu primera salida en todos estos años y te vuelves a casa a las diez.
-Nervios, supongo.
-Me pregunto cómo te las habrás ingeniado. Durante diez años he tratado de sacarte a beber una copa. Y hoy, la primera noche, quieres volver en seguida.
-No tengo que abusar de mi suerte -dijo Braling.
-Pero, ¿qué has hecho? ¿Le has dado un somnífero a tu mujer?
-No. Eso sería inmoral. Ya verás.
Doblaron la esquina.
-De veras, Braling, odio tener que decírtelo, pero has tenido mucha paciencia con ella. Tu matrimonio ha sido terrible.
-Yo no diría eso.
-Nadie ignora cómo consiguió casarse contigo. Allá, en 1979, cuando ibas a salir para Río.
-Querido Río. Tantos proyectos y nunca llegué a ir.
-Y cómo ella se desgarró la ropa, y se desordenó el cabello, y te amenazó con llamar a la policía si no te casabas con ella.
-Siempre fue un poco nerviosa, Smith, entiéndelo.
-Había algo más. Tú no la querías. Se lo dijiste, ¿no es así?
-En eso siempre fui muy firme.
-Pero sin embargo te casaste.
-Tenía que pensar en mi empleo, y también en mi madre, y en mi padre. Una cosa así hubiese terminado con ellos.
-Y han pasado diez años.
-Sí -dijo Braling, mirándolo serenamente con sus ojos grises-. Pero creo que todo va a cambiar. Mira.
Braling sacó un largo billete azul.
-¡Cómo! ¡Un billete para Río! ¡El cohete del jueves!
-Sí, al fin voy a hacer mi viaje.
-¡Es maravilloso! Te lo mereces de veras. Pero, ¿y tu mujer, no se opondrá? ¿No te hará una escena?
Braling sonrió nerviosamente.
-No sabe que me voy. Volveré de Río de Janeiro dentro de un mes y nadie habrá notado mi ausencia, excepto tú.
Smith suspiró.
-Me gustaría ir contigo.
-Pobre Smith, tu matrimonio no ha sido precisamente un lecho de rosas, ¿eh?
-No, exactamente. Casado con una mujer que todo lo exagera. Es decir, después de diez años de matrimonio, ya no esperas que tu mujer se te siente en las rodillas dos horas todas las noches; ni que te llame al trabajo doce veces al día, ni que te hable en media lengua. Y parece como si en este último mes se hubiese puesto todavía peor. Me pregunto si no será un poco tonta.
-Ah, Smith, siempre el mismo conservador. Bueno, llegamos a mi casa. ¿Quieres conocer mi secreto? ¿Cómo pude salir esta noche?
-Me gustaría saberlo.
-Mira allá arriba -dijo Braling.
Los dos hombres se quedaron mirando el aire oscuro. En una ventana del segundo piso apareció una sombra. Un hombre de treinta y cinco años, de sienes canosas, ojos tristes y grises y bigote minúsculo se asomó y miró hacia abajo.
-Pero, cómo, ¡eres tú! -gritó Smith.
-¡Chist! ¡No tan alto!
Braling agitó una mano. El hombre respondió con un ademán y desapareció.
-Me he vuelto loco -dijo Smith.
-Espera un momento.
Los hombres esperaron. Se abrió la puerta de calle y el alto caballero de los finos bigotes y los ojos tristes salió cortésmente a recibirlos.
-Hola, Braling -dijo.
-Hola, Braling -dijo Braling.
Eran idénticos. Smith abría los ojos.
-¿Es tu hermano gemelo? No sabía que…
-No, no -dijo Braling serenamente-. Inclínate. Pon el oído en el pecho de Braling Dos. Smith titubeó un instante y al fin se inclinó y apoyó la cabeza en las impasibles costillas. Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.
-¡Oh, no! ¡No puede ser!
-Es.
-Déjame escuchar de nuevo. Tlc-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic. Smith dio un paso atrás y parpadeó, asombrado. Extendió una mano y tocó los brazos tibios y las mejillas del muñeco.
-¿Dónde lo conseguiste?
-¿No está bien hecho?
-Es increíble. ¿Dónde?
-Dale al señor tu tarjeta, Braling Dos.
Braling Dos movió los dedos como un prestidigitador y sacó una tarjeta blanca. MARIONETAS, SOCIEDAD ANÓNIMA. Nuevos Modelos de Humanoides Elásticos, De funcionamiento garantizado, Desde 7.600 a 15.000 dólares, Todo de litio.
-No -dijo Smith.
-Sí -dijo Braling.
-Claro que sí -dijo Braling Dos.
-¿Desde cuándo lo tienes?
-Desde hace un mes. Lo guardo en el sótano, en el cajón de las herramientas. Mi mujer nunca baja, y sólo yo tengo la llave del cajón. Esta noche dije que salía a comprar unos cigarros. Bajé al sótano, saqué a Braling Dos de su encierro, y lo mandé arriba, para que acompañara a mi mujer, mientras yo iba a verte, Smith.
-¡Maravilloso! ¡Hasta huele como tú! ¡Perfume de Bond Street y tabaco Melachrinos!
-Quizás me preocupe por minucias, pero creo que me comporto correctamente. Al fin y al cabo mi mujer me necesita a mí. Y esta marioneta es igual a mí, hasta el último detalle. He estado en casa toda la noche. Estaré en casa con ella todo el mes próximo. Mientras tanto otro caballero paseará al fin por Río. Diez años esperando ese viaje. Y cuando yo vuelva de Río, Braling Dos volverá a su cajón. Smith reflexionó un minuto o dos.
-¿Y seguirá marchando solo durante todo ese mes? -preguntó al fin.
-Y durante seis meses, si fuese necesario. Puede hacer cualquier cosa -comer, dormir, transpirar cualquier cosa, y de un modo totalmente natural. Cuidarás muy bien a mi mujer, ¿no es cierto, Braling Dos?
-Su mujer es encantadora -dijo Braling Dos-. Estoy tomándole cariño. Smith se estremeció.
-¿Y desde cuándo funciona Marionetas, S.A.?
-Secretamente, desde hace dos años.
-Podría yo… quiero decir, sería posible… -Smith tomó a su amigo por el codo-. ¿Me dirías dónde puedo conseguir un robot, una marioneta, para mí? Me darás la dirección, ¿no es cierto?
-Aquí la tienes.
Smith tomó la tarjeta y la hizo girar entre los dedos.
-Gracias -dijo-. No sabes lo que esto significa. Un pequeño respiro. Una noche, una vez al mes… Mi mujer me quiere tanto que no me deja salir ni una hora. Yo también la quiero mucho, pero recuerda el viejo poema: «El amor volará si lo dejas; el amor volará si lo atas.» Sólo deseo que ella afloje un poco su abrazo.
-Tienes suerte, después de todo. Tu mujer te quiere. La mía me odia. No es tan sencillo.
-Oh, Nettie me quiere locamente. Mi tarea consistirá en que me quiera cómodamente.
-Buena suerte, Smith. No dejes de venir mientras estoy en Río. Mi mujer se extrañará si desaparecieras de pronto. Tienes que tratar a Braling Dos, aquí presente, lo mismo que a mí.
-Tienes razón. Adiós. Y gracias.
Smith se fue, sonriendo, calle abajo. Braling y Braling Dos se encaminaron hacia la casa. Ya en el ómnibus, Smith examinó la tarjeta silbando suavemente. Se ruega al señor cliente que no hable de su compra. Aunque ha sido presentado al Congreso un proyecto para legalizar Marionetas, S.A., la ley pena aún el uso de los robots.
-Bueno -dijo Smith.
Se le sacará al cliente un molde del cuerpo y una muestra del color de los ojos, labios, cabellos, piel, etc. El cliente deberá esperar dos meses a que su modelo esté terminado. No es tanto, pensó Smith. De aquí a dos meses mis costillas podrán descansar al fin de los apretujones diarios. De aquí a dos meses mi mano se curará de esta presión incesante. De aquí a dos meses mi aplastado labio inferior recobrará su tamaño normal. No quiero parecer ingrato, pero… Smith dio vuelta la tarjeta. Marionetas, S. A. funciona desde hace dos años. Se enorgullece de poseer una larga lista de satisfechos clientes. Nuestro lema es «Nada de ataduras.» Dirección: 43 South Wesley.
El ómnibus se detuvo. Smith descendió, y caminó hasta su casa diciéndose a sí mismo: Nettie y yo tenemos quince mil dólares en el banco. Podría sacar unos ocho mil con la excusa de un negocio. La marioneta me devolverá el dinero, y con intereses. Nettie nunca lo sabrá.
Abrió la puerta de su casa y poco después entraba en el dormitorio. Allí estaba Nettie, pálida, gorda, y serenamente dormida.
-Querida Nettie. -Al ver en la semioscuridad ese rostro inocente, Smith se sintió aplastado, casi, por los remordimientos-. Si estuvieses despierta me asfixiarías con tus besos y me hablarías al oído. Me haces sentir, realmente, como un criminal. Has sido una esposa tan cariñosa y tan buena. A veces me cuesta creer que te hayas casado conmigo, y no con Bud Chapman, aquel que tanto te gustaba. Y en este último mes has estado todavía más enamorada que antes.
Los ojos se le llenaron de lágrimas. Sintió de pronto deseos de besarla, de confesarle su amor, de hacer pedazos la tarjeta, de olvidarse de todo el asunto. Pero al adelantarse hacia Nettie sintió que la mano le dolía y que las costillas se le quejaban. Se detuvo, con ojos desolados, y volvió la cabeza. Salió de la alcoba y atravesó las habitaciones oscuras. Entró canturreando en la biblioteca, abrió uno de los cajones del escritorio, y sacó la libreta de cheques.
-Sólo ocho mil dólares -dijo-. No más. -Se detuvo-. Un momento. Hojeó febrilmente la libreta.
-¡Pero cómo! -gritó-. ¡Faltan diez mil dólares! -Se incorporó de un salto-. ¡Sólo quedan cinco mil!
¿Qué ha hecho Nettie? ¿Qué ha hecho con ese dinero? ¿Más sombreros, más vestidos, más perfumes? ¡Ya sé! ¡Ha comprado aquella casita a orillas del Hudson de la que ha estado hablando durante tantos meses! Se precipitó hacia el dormitorio, virtuosamente indignado. ¿Qué era eso de disponer así del dinero? Se inclinó sobre su mujer.
-¡Nettie! -gritó-. ¡Nettie, despierta!
Nettie no se movió.
-¡Qué has hecho con mi dinero! -rugió Smith.
Nettie se agitó, ligeramente. La luz de la calle brillaba en sus hermosas mejillas. A Nettie le pasaba algo. El corazón de Smith latía con violencia. Se le secó la boca. Se estremeció. Se le aflojaron las rodillas.
-¡Nettie, Nettie! -dijo-. ¿Qué has hecho con mi dinero?
Y en seguida, esa idea horrible. Y luego el terror y la soledad. Y luego el infierno, y la desilusión. Smith se inclinó hacia ella, más y más, hasta que su oreja febril descansó, firmemente, irrevocablemente, sobre el pecho redondo y rosado.
-¡Nettie! -gritó.
Tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic-tic.

Mientras Smith se alejaba por la avenida, internándose en la noche, Braling y Braling. Los dos se volvieron hacia la puerta de la casa.
-Me alegra que él también pueda ser feliz -dijo Braling.
-Sí -dijo Braling Dos distraídamente.
-Bueno, ha llegado la hora del cajón, Braling Dos.
-Precisamente quería hablarle de eso -dijo el otro Braling mientras entraban en la casa- . El sótano. No me gusta. No me gusta ese cajón.
-Trataré de hacerlo un poco más cómodo.
-Las marionetas están hechas para andar, no para quedarse quietas. ¿Le gustaría pasarse las horas metido en un cajón?
-Bueno…
-No le gustaría nada. Sigo funcionando. No hay modo de pararme. Estoy perfectamente vivo y tengo sentimientos.
-Esta vez sólo será por unos días. Saldré para Río y entonces podrás salir del cajón. Podrás vivir arriba. Braling Dos se mostró irritado.
-Y cuando usted regrese de sus vacaciones, volveré al cajón.
-No me dijeron que iba a vérmelas con un modelo difícil.
-Nos conocen poco -dijo Braling Dos-. Somos muy nuevos. Y sensitivos. No me gusta nada imaginarlo al sol, riéndose, mientras yo me quedo aquí pasando frío.
-Pero he deseado ese viaje toda mi vida -dijo Braling serenamente.
Cerró los ojos y vio el mar y las montañas y las arenas amarillas. El ruido de las olas le acunaba la mente. El sol le acariciaba los hombros desnudos. El vino era magnífico.
-Yo nunca podré ir a Río -dijo el otro-. ¿Ha pensado en eso?
-No, yo…
-Y algo más. Su esposa.
-¿Qué pasa con ella? -preguntó Braling alejándose hacia la puerta del sótano.
-La aprecio mucho.
Braling se pasó nerviosamente la lengua por los labios.
-Me alegra que te guste.
-Parece que usted no me entiende. Creo que… estoy enamorado de ella.
Braling dio un paso adelante y se detuvo.
-¿Estás qué?
-Y he estado pensando -dijo Braling Dos- qué hermoso sería ir a Río, y yo que nunca podré ir…
Y he pensado en su esposa y… creo que podríamos ser muy felices, los dos, yo y ella.
-M-m-muy bien. -Braling caminó haciéndose el distraído hacia la puerta del sótano-.
Espera un momento, ¿quieres? tengo que llamar por teléfono. Braling Dos frunció el ceño.
-¿A quién?
-Nada importante.
-¿A Marionetas, Sociedad Anónima? ¿Para decirles que vengan a buscarme?
-No, no… ¡Nada de eso!
Braling corrió hacia la puerta. Unas manos de hierro lo tomaron por los brazos.
-¡No se escape!
-¡Suéltame!
-No.
-¿Te aconsejó mi mujer hacer esto?
-No.
-¿Sospechó algo? ¿Habló contigo? ¿Está enterada?
Braling se puso a gritar. Una mano le tapó la boca.
-No lo sabrá nunca, ¿me entiende? No lo sabrá nunca.
Braling se debatió.
-Ella tiene que haber sospechado. ¡Tiene que haber influido en ti!
-Voy a encerrarlo en el cajón. Luego perderé la llave y compraré otro billete para Río, para su esposa.
-¡Un momento, un momento! ¡Espera! No te apresures. Hablemos con tranquilidad.
-Adiós, Braling.
Braling se endureció.
-¿Qué quieres decir con «adiós»?

Diez minutos más tarde, la señora Braling abrió los ojos. Se llevó la mano a la mejilla. Alguien la había besado. Se estremeció y alzó la vista.
-Cómo… No lo hacías desde hace años -murmuró.
-Ya arreglaremos eso -dijo alguien.

Ray Bradbury. El hombre Ilustrado.