domingo, 12 de mayo de 2013

Renacimiento. Siglo de Oro Español

Introducción.

La expresión Siglo de Oro abarca el período comprendido desde principios del siglo XVI a finales del Siglo XVII. Corresponde desde la expulsión de los moros hasta la muerte de Calderón de la Barca y se caracteriza por la unificación territorial de España a través de los Reyes Católicos. Esta época dorada ofrece una gran diversidad de manifestaciones humanas, culturales y literarias, por lo que se puede dividir en dos partes bien diferenciadas: El Renacimiento (siglo XVI) y el Barroco (siglo XVII).

El Renacimiento.

El Renacimiento supone una nueva concepción de la vida, un cambio radical en todos los órdenes (político, social, religioso, cultural, artístico, etc.) El término "renacimiento" lo utilizó por primera vez el historiador francés Jules Michelet en 1855 para referirse al "descubrimiento del mundo y del hombre" en el siglo XVI.

Si en la Edad Media habían prevalecido las ideas teocéntricas (Dios como centro de toda manifestación), en el renacimiento impera el antropocentrismo (máxima proyección del hombre). Y son especialmente exaltados el poder de la naturaleza humana y el de la razón o conocimiento científico.

En este período, la fragmentaria sociedad feudal de la Edad Media, caracterizada por una economía básicamente agrícola y una vida intelectual y cultural dominada por la iglesia, se transformó en una sociedad dominada progresivamente por instituciones políticas centralizadas, con una economía urbana y mercantil, en la que se desarrolló la protección de la educación, las artes y la música. La perfección del cuerpo humano mediante el entrenamiento físico (ideal que raramente se persiguió en la edad media) se convirtió en uno de los objetivos de la educación renacentista.

En el campo de las Bellas Artes la ruptura decisiva con la tradición medieval tuvo lugar en Florencia en torno a 1420, cuando el arte renacentista alcanzó el concepto científico de perspectiva lineal que hizo posible representar el espacio tridimensional de forma convincente en una superficie plana.

Por lo que respecta a la religiosidad, durante el siglo XVI se desarrollan en Europa movimientos de singular importancia y que tratan, cada cual a su modo, de encontrar la orientación más adecuada a la mentalidad de la época. Los historiadores renacentistas rechazaban la división medieval cristiana de la historia, que se iniciaba con la Creación, seguida por la encarnación de Jesús, para terminar con el posterior Juicio Final.

En España el Renacimiento coincide con los reinados de Carlos I (1517-1556) y de Felipe II (1556-1598). Durante el mandato de ambos monarcas, España impuso su hegemonía militar y política en Europa. El ejército medieval, encabezado por la caballería y apoyado por arqueros, fue reemplazado progresivamente por la infantería, provista de armas de fuego y picas; tales fuerzas formaron los primeros ejércitos permanentes de Europa. 

También se hicieron progresos en medicina y anatomía, especialmente tras la traducción, en los siglos XV y XVI, de numerosos trabajos de Hipócrates y Galeno; también fueron traducidos en el siglo XVI algunos de los más avanzados tratados griegos sobre matemáticas. Entre los avances realizados se destacaron la solución de ecuaciones cúbicas y la innovadora astronomía de Nicolás Copérnico. A finales del siglo XVI, Galileo ya había dado un paso fundamental al aplicar modelos matemáticos a la física. La geografía se transformó gracias a los conocimientos empíricos adquiridos a través de las exploraciones y los descubrimientos de nuevos continentes.

En el campo de la Literatura, las letras españolas del siglo XVI revelan las principales características del Renacimiento y del Humanismo (movimiento que propone el retorno a los ideales griegos como forma de restaurar los valores humanos). El estudio de la literatura antigua, de la historia y de la filosofía moral, tenía por objetivo crear seres humanos libres y civilizados, personas de gusto y juicio, ciudadanos. Las tendencias genuinamente españolas que más se desarrollaron son: las historias de caballerías, la anécdota pastoril y la novela picaresca, iniciada en 1554 con el Lazarillo de Tormes.

Hay que destacar además que en este siglo cobra especial importancia la imprenta, inventada a mediados del siglo anterior por Gutenberg lo que facilitó el avance del humanismo mediante la difusión de autores clásicos. Aumenta la creación de escuelas, imprentas, bibliotecas y universidades.

El barroco


El Barroco es una época contrapuesta al Renacimiento que destaca por un siempre presente sentimiento de desconfianza, pesimismo y desengaño.

Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.

En el plano de la Literatura dominan, en cuanto al estilo, la exageración, los contrastes (la belleza- la fealdad, lo trágico-lo cómico, la verdad- la mentira…), los aspectos impresionistas y la falta de equilibrio (unas veces se deforma la realidad y otras se idealiza y se embellece). Y en la temática, fruto de la visión amarga de la vida, se tratan, entre otros asuntos, la sátira de la vanidad humana, la ambición, el dinero…, la fugacidad de la vida "Tempus Fugit" (paso veloz hacia la muerte), la representación de la existencia como un teatro o un sueño y el reflejo realista y desengañado de la vida como una lucha del ingenio para vencer la miseria. 



Novela Picaresca: Lazarillo de Tormes.





LA NOVELA PICARESCA



La novela picaresca supone el nacimiento de un género novelístico completamente nuevo que tuvo lugar en España en el siglo XVI. Las causas y circunstancias que dieron lugar a este tipo de novelas no están demasiado claras.


En un principio se creyó que había nacido como consecuencia del gran número de pobres y vagabundos que tenía el país, algo que según ha pasado el tiempo ha quedado en entredicho, porque lo cierto es que los demás países tenían la misma cantidad de pobres que España.

Numerosos críticos han elaborado distintas teorías para explicar el nacimiento de este género, que van desde creer que el origen tuvo lugar en el deseo de libertad de los cortesanos de la época, (leían las aventuras de los pícaros que no respetaban convención social alguna para olvidar las rígidas normas sociales de la época), hasta otras que dicen que el género estuvo relacionado con los movimientos de reforma religiosa de aquel momento.

Lo que sí realmente sabemos es que el género nace como producto de una sociedad donde los hechos religiosos y literarios del momento influyeron en ello. Y lo hace en España porque es aquí donde el principio de la sociedad era el honor (por eso nace el pícaro, que encarna el deshonor total) y existía un gran número de marginados donde reinaba un gran malestar y también porque España no tenía burguesía, y Europa sí.

Estamos pues, ante un género nuevo completamente innovador, con unas características y trayectoria definidas, que tuvo una enorme repercusión en su momento, y que ha perdurado, de una u otra forma, hasta nuestros días.

Caracteres fundamentales de la novela picaresca
Todas las novelas picarescas tienen varios puntos en común tanto en los personajes como en estructura.

El pícaro es el antihéroe que encarna el deshonor y su vida es completamente opuesta a la del caballero; frecuentemente practica la mendicidad siendo un golfillo dispuesto a todo por dinero (roba, engaña..) ya que desea ascender de clase, algo que nunca consigue.

Suele pasar hambre y sobrevive gracias a su ingenio en un mundo hostil y cruel, siempre en soledad. Las novelas picarescas poseen unos rasgos estructurales muy definidos: siempre son autobiográficas ordenadas por los servicios prestados a diferentes amos; el pícaro nos cuenta su paso de la niñez a la madurez, y en todas ellas hay un punto de vista único sobre la realidad: la del pícaro.



Muchos críticos piensan que la única finalidad de las novelas de este género era hacer reír a los lectores, ya que el humor está presente en todas las novelas y las situaciones cómicas se suceden por doquier, pero nada más lejos de la realidad.

El humor se utiliza sólo como recurso para mostrar situaciones moralizantes y ejemplificantes.


Trayectoria del género

La novela picaresca siguió una evolución que tuvo distintas etapas:

Desde 1599 hasta 1605: donde floreció el género con las mejores novelas (El Lazarillo de Tormes y Guzmán de Alfarache) aunque ya comienzan a anunciarse algunos factores decadentes.

1605-1620. Etapa decadente: ya no se siguen los rasgos propios del género. En muchos casos las novelas dejan de ser autobiográficas para dar paso a la 3ª persona propia de las novelas.

1620-1626 Período de renacimiento del género. Se recupera la estructura general del relato y se escriben varias novelas importantes: Segunda parte de la vida del Lazarillo de Tormes, Lazarillo de Manzanares, Varia fortuna del soldado Píndaro y otras más.

1626-1646 Época final donde se pueden destacar Estebanillo González y La garduña de Sevilla.

El Lazarillo de Tormes.


"La vida de Lazarillo de Tormes, de sus fortunas y adversidades" es la máxima representación de la novela picaresca española del Siglo XVI. Apareció en 1554, de autor desconocido.

Está escrita en forma autobiográfica. El protagonista es un "pícaro" que va pasando a través de distintos amos. A la vez que se demuestra la realidad social de la época, se hace una sátira de ciertas situaciones y hay una crítica a ciertas situaciones del clero y de la nobleza de la época.

Es un relato en primera persona de episodios de la vida del protagonista que vienen a justificar su situación final poco afortunada. "Lazarillo de Tormes" consta de siete tratados, en su paso a través de nueve diferentes amos. Es un tipo de literatura popular. Si bien hay quienes definen al "pícaro" como amoral, a Lázaro el lector llega a quererlo, y justificar ciertas travesuras, pues la causa que lo lleva a actuar así es el hambre y la necesidad de supervivencia.

La lengua utilizada es el Castellano que si bien ya es una lengua que ha evolucionado, que dejó atrás el Romance, pero el lector encontrará usos y giros propios de la lengua de comienzos del Renacimiento.